> Transcripción del registro de transmisión grabado en: [N/A]> Interceptada por una nave espacial registrada a nombre del: [dirijan toda tarifa de atraque a Nef Anyo]> Número de serie registrado: [datos dañados]> La transcripción es la siguiente:NORA: "Otra larga noche, Soñadores. Y vaya que sí es larga. Como una segunda medianoche, solemne, que no la marca ningún reloj. Una hora que no esperas, pero que viaja contigo, manejando por caminos solitarios, navegando sobre rieles vacíos, sin la guía del sol. Pero si estás escuchando esto, bueno, ya sabes qué hora es.
Pero heme aquí, mirando otra luz verde que parpadea en mi línea? ¿Quién soy yo para rechazar a otra alma necesitada que no puede dormir?"
Radioescucha: "Supongo que esa es mi señal. Espero no estar interrumpiendo nada importante".
NORA: "¿Importante? Nah. Sólo mi botella de champán Prisma de un millón de créditos de cada noche, un chapuzón en mi piscina privada de ducados y demasiadas preocupaciones. Haz tu mejor esfuerzo para mejorar mi estado de ánimo, misterioso radioescucha".
Radioescucha: "Dra. Fidelia Scorse. Aunque todos me llaman Delia. Pero usted puede llamarme como guste, señora Night".
NORA: "Oye, aquí sólo hay lugar para una aduladora, Doc. Bueno, ¿tienes algo en mente o sólo llamas para mostrar tu aprecio?"
Radioescucha: "Créame, desearía que fuera lo segundo. Verá, dirijo una pequeña colonia minera. Lo suficientemente pequeña como para que los grineer nos dejen en paz. Por lo menos, hasta ahora. Y me gustaría que siguiera así, si no le importa".
NORA: "Si le dijera a alguien mi segundo nombre, ese sería Discreción".
Radioescucha: "Aquí, las cosas han estado... mal últimamente, con o sin los grineer. Verá, era la esposa de un minero. Arrastró a su marido hasta mi clínica, quejándose de sus uñas".
NORA: "Hasta ahora, todo normal. ¿Cuál es el problema?"
Radioescucha: "Las uñas. Agrietadas, ásperas y partidas a la mitad. Querían un suplemento para curarlas y endurecerlas lo suficiente como para que pudiera volver al trabajo lo más pronto posible.
Soy una persona de ciencia, pero en un pueblo pequeño como el nuestro se aprende mucho sobre la gente. Sus uñas estaban... parecían sufrir más de estrés repetitivo que de queratina débil. Supuse que las había estado mordiendo. Por nervios o estrés. No es una queja poco común aquí, como podrá imaginar. Pero se negó a hablar del tema. Supuse que era algo que no quería decir delante de su señora".
NORA: "Supongo que le pediste que saliera de la habitación".
Radioescucha: "Lo hice. Pero él no confesó nada. Sólo puso su sonrisa de idiota. He had no idea what I was talking about. Dijo que se sentía bien, que nunca se había sentido mejor. Dijo que necesitaba volver al trabajo de inmediato. Como no tenía motivos para retenerlo, lo dejé ir".
NORA: "Pero supongo que hubo varios motivos".
Radioescucha: "No tenía forma de saberlo en ese momento. Y luego llegaron más pacientes. Muchos más. Con manos magulladas y ensangrentadas. Dedos rotos. Luego llegaron los casos de insomnia, de agotamiento extremo. Deshidratación. Desnutrición... La mayoría de los adultos de esta colonia trabajan en esa mina de alguna manera. Y casi todos han venido a verme en la última semana.
Y luego... dejaron de llegar pacientes. Por completo".
NORA: "Suena a que deberías enviar a alguien a esa mina para arreglar lo que sea que haya salido mal".
Radioescucha: "Aquí sólo estoy yo. Sin ningún apoyo. Por eso fui allí yo misma. Hace tres días".
NORA: "Okey. Confío en que regresaste intacta, ¿verdad? Así que... estás sana de mente y cuerpo... no nos tengas en suspenso, Delia. ¿Qué encontraste?"
Radioescucha: "Todos estaban ahí abajo. La colonia entera. Todos ellos. Excavando. Durante días. Desde antes de que viera a ese primer paciente. Sin descansar, sin dormir, sin comer. Regresé todos los días y siempre vi lo mismo. Pensé que eventualmente se enfadarían y tratarían de detenerme, pero seguían en lo suyo, sonriendo como idiotas yendo de un lado a otro en ese sinuoso pozo".
NORA: “¿Intentaste preguntarle a alguno de ellos el porqué?"
Radioescucha: "Ah, sí. Todos estaban muy contentos de responderme cuando les pregunté qué demonios estaban haciendo.
Excavando, dijeron. Como si fuera lo más natural del mundo.
Ni siquiera sacaban nada, sólo tierra. Cuanto más profundo llegas, más difícil se vuelve moverse con todo el mineral y el equipo que dejan por ahí. Rascadores elípticos, sopletes, carros... Todo".
NORA: "Espera. ¿Por qué abandonan sus equipos de minería? No me digas que todo se desmoronó antes que los mineros".
Radioescucha: "No fue así. El segundo día vi a uno de los mineros usar un taladro de gran tamaño, hasta que dejó de funcionar. No estaba roto, sólo descargado. Lo dejó caer ahí donde estaba, tomó un mazo y siguió trabajando. No quiso tomarse el tiempo para cambiar la batería. Algunas de sus herramientas manuales habían empezado a romperse. También las dejaron caer y siguieron adelante... sin parar".
NORA: "Las uñas..."
Radioescucha: "Siguieron excavando".
NORA: "Delia, ¿puedes salir de ahí? ¿Tienes un lugar seguro? Te garantizo que tenemos radioescuchas que..."
Radioescucha: "Esto es una confesión, señora Night.
Esta mañana temprano cargué el fondo de ese pozo con suficientes explosivos como para lanzar una montaña directamente a Fobos. Ya no hay nada que se mueva allí abajo, excepto grava líquida que se derrumba sobre sí misma".
NORA: "Delia... Cuántos..."
Radioescucha: "Tres. Tres mineros. Eso es todo".
NORA: "..."
Radioescucha: "Sedé a los que podía llevar y encerré a los que no podía. Corté lo más cerca posible del cáncer, pero hasta con los cortes más precisos, siempre queda algo de carne viva.
Ninguno de los sobrevivientes me ha confrontado al respecto. Todos dicen que fue un "accidente".
Volveremos a unir las piezas con el tiempo. Encontraremos un nuevo lugar para excavar. No es la primera vez que trasladamos la operación. Podemos sobrevivir a eso".
NORA: "Pero no a lo que había ahí abajo".
Radioescucha: "Debería saber una cosa más. Creo que es importante.
Excavaron durante cada segundo, todos los días. En el mismo camino, sí, pero no en la misma dirección. Al menos no siempre. El pozo de la mina se retorcía y doblaba sobre sí mismo, como una escalera de caracol invertida. No tenía sentido. Y luego, cuando la escuché hablar con ese corpus, el de Deimos, pude juntar todas las piezas.
Estaban excavando hacia un lugar. Y el pozo de la mina giraba para seguir su objetivo. Nunca habrían dejado de excavar. Nunca. No podrían haberlo hecho. Porque no les estaba llamando algo bajo la tierra. Les llamaban desde algo que se encontraba al otro lado: un cuerpo en órbita.
Estaban excavando para llegar a Deimos".
[Fin de la transmisión]